Escribo este probablemente último post como soltero desde tierras valencianas. Ayer tuve una reunión de trabajo en Castellón, y ya aproveché para quedarme en la tierra natal de mi futura, ahora ya casi presente, esposa (Quart de Poblet).
En este momento nos encontramos a menos de 48 horas de que comience nuestra ceremonia, en la cual hemos invertido tanto tiempo como ilusión. Ya está prácticamente todo listo y tan sólo nos queda esperar que disfrutéis tanto como nosotros.
Si es que el tiempo nos lo permite claro. Hemos estado muy atentos toda la semana a los partes meteorológicos, ya que a final de la semana pasada, las previsiones eran malas (incluso lluvia). A día de hoy, las previsiones han mejorado y parece que la probabilidad de precipitación es casi inexistente. Sí se prevé algo de viento, así que os recomiendo no ir demasiado “frescos”. Cuidado con los tirantitos en invierno. ;-)
La realidad es que hoy el tiempo es bastante malo. Hace un frío bastante respetable, han caído algunas gotas de lluvia, y las rachas de viento te hielan por dentro. Esperemos que todo mejore de aquí al sábado. Creo que la ceremonia en el jardín de La Noria va a quedar muy bonita, así que necesitamos un poco de respeto meteorológico.
Mañana viernes llegan mis padres y algunos invitados que se adelantan al sábado. Marta y yo tendremos que ir por la tarde a conocer a nuestro “juez de paz” (para ser exactos ella ya lo conoce) a Náquera. Con él repasaremos ciertos detalles de la ceremonia, y después nos pasaremos por La Noria para ultimar los ajustes finales.
Después de eso, Marta y yo nos separaremos hasta el sábado a las 19’00 horas. Aunque según dicen, es tradición que la novia se retrase. Le daremos un margen de 10 minutos… ;-)
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