El mío cumple

Ayer, día 5 de octubre, fue mi cumpleaños. Gracias a todos los que os habéis acordado de mí, y no os preocupéis en absoluto aquellos que lo hayáis olvidado. Yo tampoco me suelo acordar de los vuestros. :-)

Como suele ser habitual, Marta y yo decidimos organizar una pequeña fiestecilla de cumpleaños, para honrar así mi entrada en la mágica cifra de 32 años (mágica por aquello de que éste era el dorsal del mítico Earvin “Magic” Johnson). Acompaño a este post diversas fotos de la velada, en la cual el destino nos privilegió con la presencia de esos pequeños seres bondadosos llamados niños.

Los años no pasan en balde, y algunos de nuestros amigos ya son papás y mamás, demostrando día a día una fortaleza mental y un esfuerzo personal digno de todas las alabanzas posibles. Los que me conocéis, sabéis que me autoproclamo un fan de Herodes, al cual considero un benefactor de la historia reciente de la Humanidad. Sin embargo, este hecho no me impide mostrar una veneración total por aquellas personas que asumen con amor y dedicación la responsabilidad de la paternidad. Tengo que reconocer que mi paciencia en estos temas es corta, y que no me veo en ese rol ni a corto ni a medio plazo. En cualquier caso, y como comenté en el post inicial de este blog “nunca digas nunca jamás”. :-)

Pues eso, que algunos de nuestros amigos no encontraron voluntarios con los que dejar a sus niños, y los sumaron a la fiesta. La verdad es que fue una noche muy entretenida, y con muchos momentos divertidos. En la primera de las fotos podéis ver a algunos de los invitados a la fiesta. Uno de esos momentos fue cuando, visualizando algunas fotos del presente y pasado que tengo almacenadas en mi mediacenter EMTEC MovieCube –R, me di cuenta que quizás se me había pasado el filtrar algunas fotos no aptas para menores.

Se trataba de unas fotos de hace unos cinco años de un viaje que hice junto a mis amigos Rafa y Carlos a Benalmádena. En las fotos en cuestión aparecemos “ligeritos de ropa”. Y bueno, reaccioné tarde y las fotos salieron en pantalla. Pero no creáis que hubo una conmoción entre la población infantil, sino más bien risas (lo que no es extraño dado el triste nivel físico que se podía observar) y una pregunta del tipo… “¿y cuándo se va a ver el culo del papi?”. Sin palabras…

En la segunda foto me podéis ver “posando” con uno de mis regalos, la camiseta oficial de los Lakers con el dorsal de Pau Gasol. Fue uno de los pocos regalos de los que fui consciente durante la noche. Esta tarde he podido centrarme tranquilamente en cada uno de ellos, ver sus características, probarlos. Gracias a todos por vuestra generosidad. Todos son especiales. Decía que no fui muy consciente de ellos porque no me daba tiempo a abrirlos y mirarlos, ya que mientras empezaba a hacerlo, la comunidad infantil me iba abriendo el siguiente por el camino. Jajaja. Fue muy bueno. Hasta me estresó porque me faltaban manos. Fue un poco la misma sensación que cuando me llegan correos consecutivos de mi jefe. :-)

La realidad es que no sabía quién me había regalado cada cosa. Le tuve que preguntar a Marta después para no quedar mal. En la siguiente foto podéis comprobar otro de los momentos álgidos de la noche, la sesión de karaoke mediante SingStar. Mi amigo Carlos trajo su equipo al completo, con toda su discografía. Hicimos un maratón, empezando por OT, y terminando con clásicos de los 60, 70 y 80. Pido perdón desde aquí, aunque no lo lean, a mis vecinos. Nos pasamos un poco, aunque era plenamente justificado. ¿Cómo íbamos a dejar de escuchar a nuestro amigo Alex “saliéndose” con “Corazón Latino”? En la cuarta foto se puede observar a los papis cuidando de la integridad física de la Play y de los micrófonos. Espero que los de Sony recapaciten y, pensando en los núcleos familiares, saquen pronto al mercado unos micros inalámbricos. A los niños les mola enredarse con los cablecitos… :-)

Resumiendo, lo pasamos muy bien. Espero que podamos repetirlo al año próximo y que volvamos a estar todos.