Datos básicos

El mapa del evento

sábado, 30 de agosto de 2008

Reacciones

Voy a aprovechar esta entrada para reproducir literalmente (con permiso de su autor) la reacción que le supuso saber que nos casábamos. La noticia la recibió por correo electrónico el 17 de Agosto por la tarde. El autor es mi buen amigo Rafa, y su correo no tiene desperdicio. :-)

"Buenas madrugadas a todos.

Os contaré una breve historia (nada que ver con mis 6 horas de charla castrista que Dani, como un campéon, tuvo que aguantar). Ha habido un momento en que, como informático que soy, cuando he leido este correo a las 20:00 del día 17 de Agosto de 2008 (domingo), pensaba que era spam. Después de varios segundos, con las manos temblando, he pinchado en el blog ...y Dios!!! no era spam!!! Es más, aparece una foto de ellos en Manhattan. A reglón seguido, en estado de shock, he bajado y se lo he dicho a Julia. Como aún no reaccionaba he decidido llamar a Dani y a Marta, para hacerles saber que igual tenían un virus en el correo (esto último es coña informática :D, pero os prometo que he llamado jajaja).

Aun así, necesitaba ver para creer (y como Dani no cogía el teléfono), he decidido salir con mi estimado colega Otto (mi perro), a sabiendas que habría un corredor llamado Dani dando vueltas por la urbanización. Me he puesto la camiseta de basket de España que ellos me regalaron para no pasar despercibido y le he dado un buen abrazo, sudado y todo que iba el hombre. Lo cierto y verdad es que son las 4:30 de la madrugada y todavía no me lo creo, pero tengo que decir honestamente que me siento muy feliz por los dos, qué quereis que os diga!!.

Me alegro mucho!!!.

Un abrazo muy fuerte a los dos y en Marzo estaremos allí dando la nota :D.

P.D: Y decían que lo de Phelps iba a ser el campanazo de las Olimpiadas jajajajaja."

jueves, 28 de agosto de 2008

¿Y cómo lo vais a hacer?

Esta corta e indefinida pregunta ha sido la que más ha recorrido nuestros oídos durante los últimos quince días. Nadie se ha librado de pronunciarla, hasta este momento. Además siempre usando las mismas palabras, una tras otra.


Detrás de esta interrogación se esconde la curiosidad por conocer si el hecho de casarnos va a provocar algún tipo de cambio radical en nuestras vidas. La respuesta es no. Como sabéis Marta y yo llevamos ya casi 5 años manteniendo una relación a distancia (Marta vive en Quart de Poblet y yo vivo en Fadesa City – quiero decir el Mirador de Agridulce 2 :-) -). Es decir, cada fin de semana, puente o vacaciones recorremos unos 230 kms (desde Murcia a Valencia o viceversa) para poder vernos y compartir nuestro tiempo juntos. Esto que, a priori, parecía un gran problema, lo hemos ido convirtiendo en algo a nuestro favor con el paso del tiempo, ya que cuando nos vemos estamos juntos todo el tiempo. Este hecho ha propiciado que, desde casi el principio de nuestra relación (cuando recorríamos hotel tras hotel cada fin de semana), nos hayamos acostumbrado a convivir, algo que no suele ser muy habitual hasta que te casas o tomas la decisión de comenzar una convivencia en común.


No debemos engañarnos. Por supuesto que nos gustaría poder vernos cada día y compartir el mismo techo, pero la realidad es que, a día de hoy, nuestras vidas profesionales están muy desarrolladas y es complicado que nos podamos mover en poco tiempo. Por otro lado, también es cierto que nuestros trabajos nos absorben bastante, y que durante la semana pasamos muy poco tiempo en casa, con lo que la diferencia entre vivir en el mismo sitio o no es menos amplia. Es por ello que, a día de hoy, esta distancia no es un problema grave para nosotros, y además nos ha permitido fortalecer con el paso del tiempo nuestra relación.


Entonces… ¿por qué nos casamos? Esta es otra típica pregunta que también ha surgido. En este caso voy a dar mi respuesta, Marta tendrá la suya propia. Yo no me caso porque mis padres me hayan presionado, no me caso porque quiera hacer feliz a mi madre, no me caso porque quiera tener hijos, no me caso porque se me pase el arroz, no me caso por “fortalecer” la relación, y un largo etcétera que se nos podría ocurrir. Hay una única y exclusiva razón por la que lo hago. Corta, pero de gran potencial. Me caso por amor. Me caso porque quiero muchísimo a Marta, porque sé que casarnos la va a hacer tremendamente feliz, y porque si su felicidad crece, la mía lo hará más aún.


Concluyendo y finalizando esta crónica en rosa. Amigos y familiares, permaneced tranquilos, no vamos a hacer nada. No habrá ningún cambio radical en nuestras vidas, al menos a corto plazo. Somos felices, nos queremos y estamos bien. Por eso nos vamos a casar, porque queremos compartir esa felicidad con vosotros.

Que os parece??


Bueno,aquí estoy yo.Todavía no había escrito nada y es que no se me da muy bien esto de la informática así que tendré toda la paciencia posible. Pues como dice el título, que os parece la noticia?A todos os ha pillado por sorpresa, la verdad es que lo hemos llevado un poco en secreto,queríamos buscar sitio y fecha y ya proclamarlo a los cuatro vientos. En tres dias se enteró todo quisqui, como tiene que ser.

La verdad es que estamos muy contentos, yo todavía no me lo acabo de creer. Desde hacía tiempo lo teníamos pensado pero por falta de tiempo no habíamos mirado nada así que parecía que la cosa se iba a alargar, pero como siempre dani llevó la iniciativa ( que a mí me encanta) y en poco tiempo decidimos fecha y sitio.Así que ya veis, nos casamos!!!

A partir de ahora nadie creerá a Dani porque siempre dijo que él no iba a casarse (a mí también me mintió)jeje, y ya veis, yo lo voy a conseguir, no se puede decir eso de que lo llevo al altar porque no va a ser un altar pero algo así.

Espero que vayais comentando cosas vosotros tambien.

Intentaré escribir a menudo y contaros la evolución del bodorrio.

Viaje y bodorrio en Galicia

Aquí estamos de nuevo, después de unos días de viaje por tierras gallegas. Marta y yo planificamos este viaje tras saber que mi buen amigo Gabi se casaba allí, así que decidimos aprovechar y realizar distintas rutas tanto por la costa como por el interior. El viaje ha sido realmente divertido y ha tenido un poco de todo. Durante los primeros cuatro días estuvimos alojados en Vigo, y visitamos, entre otros, las Rías Bajas, la ribera de los ríos Miño y Sil, Santiago de Compostela y distintos paradores de Baiona, Cambados, Tui y Ribas de Sil. La tónica general de estos días fue atiborrarnos hasta reventar de todo tipo de marisco, caldeiradas y arroz con bogavante. Como podéis imaginar, un autentico sufrimiento.

Los siguientes cuatro días nos desplazamos a La Coruña, y allí el viaje cambió por completo. Nos encontramos con muchos de nuestros amigos, que también acudían a la boda, con lo cual pudimos compartir muchos momentos juntos y pasarlo realmente bien. Recorrimos la Costa de la Muerte hasta llegar a Finisterre, visitamos la Torre de Hércules, abusamos del pulpo, y sobre todo acudimos a la tremenda boda que Gabi y Vania organizaron. Han dejado el listón tremendamente alto (comentario generalizado de todos los presentes).

La boda se celebró en un pazo cercano a La Coruña. Un lugar fantástico lleno de vegetación y con una atmósfera especial. Los entrantes eran típicamente gallegos y sobre todo muy abundantes. Los platos de pulpo recién cortado por una pulpeira de reconocido prestigio eran preparados uno tras otro para los invitados, como si estuviésemos delante de una cadena de producción. La mayoría llegamos bastante llenos a los platos principales, que empezaron a servirse sobre las 5 de la tarde. La celebración estuvo aderezada por una Queimada espectacular, la actuación de 2 gogos y, por si no teníamos suficiente, una cena a base de ibéricos y queso gallego en torno a las 10 de la noche. Totalmente matador.

Lo cierto es que el viaje y la propia boda estuvieron llenos de anécdotas y momentos especiales que recordaremos durante mucho tiempo. Os dejo algunas fotos de estos días. Espero poder extender este post próximamente, comentando, en más profundidad, algunos de los detalles de las rutas que recorrimos.


jueves, 14 de agosto de 2008

Una boda de ensueño

Tan pronto como Marta y yo tomamos la decisión de casarnos, acordamos que evitaríamos a toda costa que el estrés nos consumiese y muriésemos mentalmente en el intento. Pretendemos disfrutar, pasar un buen día con toda nuestra gente y afrontar nuestro compromiso con naturalidad y alegría. Así que para conseguirlo decidimos que lo mejor era acudir a profesionales de este tipo de eventos.

¿Sorprendente? Bueno, la realidad es que en la actualidad existen empresas para casi todo, y las bodas no son una excepción. Estas empresas, especializadas en la gestión de eventos, organizan minuciosamente cada uno de los aspectos relativos al enlace (todos los que tú quieras, no hay límite), liberando de esa pesadísima carga a los novios.

Son muchos los motivos que nos llevaron a tomar esta decisión. En primer lugar, ni Marta ni yo hemos organizado nunca una boda (imagino que como le ocurrirá a casi todo el mundo que se casa), con lo que esta falta de experiencia y conocimiento previo es fácil que se traduzca en posibles errores, faltas de planificación y sobre todo en cantidades ingentes de tiempo perdido. En segundo lugar, somos dos personas bastante ocupadas en nuestras respectivas profesiones, lo cual seguro que provocaría dificultades a la hora de encontrar el tiempo necesario. Por otro lado, hemos vivido de cerca las situaciones de estrés y tensión de muchos amigos que han organizado sus propias bodas, convirtiéndose sus últimos meses en auténticos maratones de llamadas telefónicas sin cesar (¿os imagináis mi teléfono sonando y yo sin darme cuenta? :-) ), reuniones y visitas a distintos establecimientos para ultimar el más mínimo de los detalles. Lanzaría aquí una reflexión de la que espero vuestros comentarios… ¿para qué decidir casarte si el camino hasta ese único día se convierte en meses de infierno personal? ¿realmente compensa?

Y por último y como razón personal de más peso: no me sale de mis santos coj… (censura). Es decir, no me apetece, no me gusta, no le encuentro motivación o cómo queráis llamarlo. Seguro que alguno me criticaréis abiertamente ahora, recordando que para comprarme un televisor me pasé 3 meses analizando marcas, tiendas y características técnicas, o que me paso fines de semana en IKEA memorizando su catálogo y midiendo todo tipo de muebles para, al final, no comprar nada. Bien, todo eso es cierto, pero la realidad es que esas actividades me entretienen y motivan. Vamos, que me lo paso pipa. Soy un fanático de la tecnología desde siempre y lo de IKEA lo veo como las construcciones de LEGO que coleccionaba de pequeño. Sin embargo no encuentro el punto de motivación en elegir el tipo de flores para la ceremonia, ni en comprar los regalitos para los invitados (por ejemplo).

Para concluir, y después de todo este inmenso ladrillo que he soltado, os comento que el elegido para tan ardua tarea ha sido Ensueño Bodas. A la elección de la empresa organizadora sí que dedicamos cierto tiempo, sondeando 4 diferentes. La realidad es que casi todas nos dejaron bastante fríos, cada una por motivos diferentes, hasta que nos encontramos con Charo Martos. El trato personal, amable y cercano que Charo y su marido nos están ofreciendo nos tiene, hasta este momento, encantados. Ellos nos indican las diferentes opciones que tenemos para cada decisión a tomar, indicándonos los pros y contras de cada una de ellas bajo su experta perspectiva, para que al final elijamos de la mejor forma posible. Además se encargan de organizar cada uno de los detalles de nuestra boda, contactando con cada establecimiento y con cada proveedor para hacer las correspondientes reservas, evitándonos así cualquier preocupación. En resumen, hasta el día de hoy una experiencia totalmente recomendable.

martes, 12 de agosto de 2008

Fecha, hora y restaurante

Pues sí, ya hay fecha y lugar de celebración. Ampliaremos este tema en próximas aportaciones al blog, pero de momento anunciamos la primicia recién salida del horno.
Se tratará de una ceremonia civil junto a la posterior cena y celebración en el propio complejo. Por tanto estamos a D-207. Como bien dijo Julio César “Alea iacta est”.

Bienvenida

A principios de los 70, Sean Connery anunció que nunca jamás volvería a interpretar a James Bond, el famoso personaje de Ian Fleming. Sin embargo, tras deambular por diversas producciones durante esa década, en 1983 se enfundó de nuevo el traje del agente secreto más famoso de la historia del cine en Never Say Never Again (título en honor a su afirmación de años antes).



En enero de 1999, y tras ganar seis anillos de la NBA, Michael Jordan anunció su segunda retirada como jugador profesional de baloncesto. Al ser interrogado en la rueda de prensa de despedida sobre la posibilidad de un tercer advenimiento (Jordan ya se había retirado por primera vez en 1993 para dedicarse al beisbol, y había regresado a los 18 meses), Mike respondió que existía un 99,9% de probabilidades de que no lo hiciese. Pese a esas palabras, el 25 de septiembre de 2001, pocos días después de los trágicos atentados del 11-S, el 0,1% se transformó en realidad, y Jordan pasó a enfundarse la camiseta de los Washington Wizards durante dos temporadas más.



Existen muchos más casos de este tipo, la vida cotidiana está repleta de ellos. Y bueno, debo afirmar que he decidido unirme al selecto grupo de los que cambian de opinión, rectifican, recogen unas cuantas palabras vertidas durante los años previos, se hacen un bocata con ellas y se las comen con patatas. Sí, me caso; o mejor dicho, Marta y yo nos casamos, porque esto es cosa de dos.

Alguno podrá pensar, leyendo el título de este blog, que existe un cierto matiz de obligación en esta decisión, o que me pueden haber apretado las clavijas. Nada más lejos de la realidad. El domingo 18 de marzo de 2007, tras asistir a una de las últimas funciones del musical Mamma Mia en Madrid, durante una íntima cena en el Hotel Abba Castilla Plaza, saqué un bonito anillo del bolsillo derecho de mi chaqueta, lo puse sobre el tapete y, mirando a Marta a los ojos, pronuncié las palabras mágicas. Bueno, lo cierto es que las tuve que repetir hasta despertarla de su estado de shock e incredulidad, y obtener una respuesta afirmativa :-). Ese día nuestro amor quedó sellado para siempre. Creo que ninguno de los dos olvidaremos aquellos momentos.

Sin embargo hemos estado bastante atareados durante el último año, firmando nuestras respectivas hipotecas y amueblando nuestros pisos. Así que, pese a que aquel día tomamos la decisión de casarnos, y hacerlo en sociedad junto a nuestra familia y amigos, no hemos podido ponernos manos a la obra hasta hace un par de meses. Y claro, una vez decididos a entrar por el aro de la ceremonia tradicional, nuestra intención es pasárnoslo lo mejor posible.

Con ese objetivo nace este blog, en el que Marta y yo buscaremos desmenuzar cada uno de los aspectos de nuestra boda desde las diferentes perspectivas que se nos vayan ocurriendo. Aunque ambos aportaremos nuestro granito de arena, creo que yo me voy a entretener especialmente, y vosotros leyéndome. Existen demasiados detalles de estos improvisados y baratos eventos que conviene comentar/desglosar/razonar como para que yo mantenga mi vena analítica en paro.

Además también nos servirá como lugar de encuentro, en el cual nos podréis conocer un poco más a los dos. Os animo a participar en todo aquello que os resulte interesante. Un abrazo a todos.