El parador es excepcional. Un 4* recién reformado. La habitación era muy espaciosa y el mobiliario nuevo y moderno (incluido un LCD colgado de la pared). Sólo un problemilla, y es que el agua de la ducha se salía, por lo que creamos un pequeño lago privado en el cuarto de baño. :-)
El día 26 fuimos por la mañana a Garrucha. Allí paseamos por la playa y terminamos dándonos el primer homenaje del fin de semana en un restaurante que encontramos por el paseo. No podíamos dejar pasar la oportunidad de probar la célebre gamba roja de Garrucha. Para que no se sintiese sola, también la acompañamos de una “pequeña” parrillada de pescado de la zona.
Por la tarde, tras hacer el check-in en el parador, nos fuimos a visitar Mojacar. Marta sí que conocía la zona, pero para mí fue la primera vez. Aprovechamos para pasear por su calles, en esta época totalmente tranquilas, y observar la puesta de sol en sus diversos miradores. Para terminar el día, hicimos una austera cena en el propio parador, ya que nuestros estómagos no daban más de sí.
El 27, tras el madrugón habitual (ésta vez no nos tuvieron que avisar desde recepción), partimos a medio día a realizar una pequeña excursión por la costa, intentando acercarnos lo máximo posible a Cabo de Gata. No es fácil, puesto que la carretera sólo bordea la costa en algunos tramos, teniendo después que retroceder hacia el interior. Recorrimos, entre otros, Carboneras, Agua Amarga, Rodalquilar y San José. Todo muy tranquilo, aunque imagino que en verano cambiará bastante.
Por cierto, quedan dos meses exactos para el evento. Mañana me hago el pasaporte y el jueves voy a ir a elegir mi traje. El tiempo sigue su marcha inexorable. ¿Nos dará tiempo a todo? Quizás nos haga falta una experiencia de “aceleración” personal como en el episodio “El parpadeo de un ojo” de Star Trek. ;-)
1 comentario:
Lo de Star Trek te ha quedado friki de cojones. Pero claro... ¡quién soy yo para criticar eso! ;)
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